Movilidad solidaria: Cómo un vehículo adaptado cambió una vida
Hay momentos en los que un coche deja de ser simplemente un vehículo para convertirse en un símbolo de esperanza, de apoyo y de vida. Momentos en los que lo que cuenta no es la máquina, sino las personas que hay detrás, sus sueños y su lucha diaria. En Unione, siempre hemos creído que la verdadera movilidad es aquella que nos acerca, que nos une y que nos hace más humanos. Por eso, cuando la DANA golpeó duramente a la Comunidad Valenciana, sentimos que no podíamos quedarnos al margen. Mucho menos cuando vimos que la tragedia afectaba directamente a nuestra propia familia, a personas que caminan junto a nosotros cada día.
Cuando la vida cambia en un instante
La DANA que afectó recientemente a la Comunidad Valenciana dejó a su paso pérdidas irreparables, hogares destruidos, vehículos arrastrados por la fuerza del agua, recuerdos borrados en minutos... Ante situaciones así, la movilidad dejó de ser algo cotidiano para convertirse en un auténtico desafío, afectando profundamente la autonomía, las rutinas y la calidad de vida de miles de personas.
Catarroja fue uno de esos lugares especialmente afectados, dejando escenas que conmovieron profundamente a toda nuestra comunidad. Sentimos desde el primer instante que no podíamos quedarnos al margen. Para nosotros estaba claro: era momento de estar presentes, de convertir nuestras palabras en actos concretos y solidarios, aportando soluciones reales a quienes más lo necesitaban. Porque, más allá de ser una empresa dedicada a la movilidad, somos un grupo de personas comprometidas con otras personas. Quisimos actuar, no solo ofrecer nuestro apoyo, sino involucrarnos activamente para ayudar a recuperar la normalidad que el desastre había arrebatado.
Fue gracias a Aitor Beltrán, nuestro jefe de servicio en las bases de Denia y Benissa, como conocimos una historia que nos tocó el corazón. David Alemany, técnico en nuestra base de Benissa, compartió con nosotros la difícil situación que estaba atravesando su hermano Iván, quien desde hace 17 años convive con una tetraplejia severa.
Para Iván, un vehículo adaptado no es simplemente un medio de transporte; es independencia, autonomía y libertad. Tras la tragedia de la DANA, Iván perdió su vehículo adaptado, y con él, gran parte de su calidad de vida. Cada salida se convirtió en un auténtico desafío, limitando su autonomía y complicando gravemente su día a día. Iván, inició una campaña en redes sociales buscando ayuda, con la esperanza de recuperar esa autonomía que tanto necesita. Al conocer su historia, movidos por nuestros valores y por ese espíritu de unión que caracteriza nuestra marca, decidimos colaborar activamente para ayudar a Iván.
Gracias al esfuerzo colectivo de muchas personas y de todo el equipo, logramos hacer realidad la adquisición de una Mercedes-Benz Vito adaptada, que le permitirá a Iván recuperar esa autonomía que él mismo define como "pura magia". Porque para Iván, en sus propias palabras, "un coche adaptado es vital, permite tener y hacer una vida normal, especialmente frente a las dificultades actuales en accesibilidad del transporte público".
En Visauto Gandía, junto a las personas que hicieron posible esta historia, entregamos el pasado 18 de marzo, con enorme emoción y orgullo el vehículo adaptado a Iván. Este acto representó para nosotros mucho más que una entrega: fue un símbolo de esperanza, solidaridad y humanidad en acción.
En Grupo Unione Movilidad creemos firmemente que la movilidad no es únicamente desplazarse de un lugar a otro. Es también solidaridad, empatía y cercanía con las personas que nos rodean. La historia de Iván Alemany es solo un ejemplo, pero refleja fielmente el compromiso diario con nuestros valores más humanos: pasión, innovación, excelencia, dinamismo y transparencia.
Porque cuando hablamos de movilidad solidaria, no hablamos solo de vehículos; hablamos de vidas, de dignidad y de oportunidades.